Una palmera mola mientras el loro no te tire nueces
Empecemos por el trabajo: nuestra oficina uruguaya se inaugura oficialmente, así que han llegado un montón de colegas de Argentina, Brasil, México, etc. La oficina se está volviendo poco a poco ruidosa y se está introduciendo un sistema de abucheos para conseguir espacio en el espacio abierto.
Cocina normal de oficina y carbohidratos para alguna ocasión
El pan de especias es más o menos lo mismo que en las it-compañías normales: café, bocadillos, fruta y todo eso.
Me he comprado una scooter para el nuevo año. Los planes de dar 10K pasos al día han fracasado por completo.
Todo el mundo en la oficina habla bastante bien inglés, pero los interlocutores hablan casi siempre en español o portugués. Después del inglés, el español parece fácil, se entienden muchas cosas por el contexto y las palabras con antepasados latinos comunes. Al menos el principio de "como se escribe - así se lee" ahorra muchos nervios. Me gustaría aprender el idioma más y más a menudo, pero hasta ahora sólo consigo 2-3 tascas al día en duolingo.
Cuando estás en 35++++, un idioma nuevo es tan malo como unos amigos nuevos. Lo que me salva de la locura son las llamadas con colegas de Chipre y las charlas en la cocina mientras se prepara el café. Lo mejor que he podido hacer, quizá, es conectar con colegas de Venezuela, porque tenemos historias similares: dictadura militar y maldición del petróleo. Sólo que ellos llevan años en esta pobreza y tiranía. Hace poco volví a ver Varlamov (famoso bloguero ru) sobre Venezuela y comprobé con mis colegas - es lo mismo y un poco peor. https://youtu.be/4PqMBk3puPo
Mientras tengamos miedo de que los que se han ido empiecen a quitarles sus pisos, allí ya es la norma. Siempre hay un tema de conversación: de quién es el vejestorio más jodido y quién lo tiene peor.Hasta ahora van en cabeza, pero nuestro ritmo de huida es impresionante.
El punto clave está aquí.
Con este telón de fondo, hoy me han dado el permiso de residencia.No os voy a contar nada de cómo lo recibí, ya que el registro y el acompañamiento los gestionaron personas distintas. Una vez más, al salir del país no olvides apostillar todo lo que puedas, abastecerte de certificados frescos de no antecedentes penales, etc.
Sólo queda un poco para mandar al niño al cole y a mí al gimnasio. Adiós, amigos.