La primavera ha llegado a algunos, y el otoño a nosotros. Las últimas semanas quería escribir algo, pero no pasó gran cosa - excepto un resfriado. La rutina habitual - casa, trabajo, clases de inglés en zoom, clases de español en duolingo. Ah, sí, me gasté unos cuantos shekels en el primer diente artificial de mi vida.
Pero como de costumbre, cuando menos te lo esperas, la mierda sucede. Una tarde, justo después del trabajo y de una clase de inglés, voy conduciendo por el camino más corto hacia mi casa, por una calle muy tranquila, donde no hay nadie ni siquiera de día. Llegan dos personas en moto y me cortan el paso. Uno de ellos intenta agarrarme, pero al parecer el scooter que hay entre nosotros le confunde, lo único que pude entender fue "mochila, mochila, mochila, mochila", que, como no es difícil adivinar, de repente significa mochila. Tras un extraño baile en un cruce en el que participo yo, el malo y el patinete, el intento de robo llega a su fin. Observo una funda de teléfono muy familiar en las manos del malo, momento en el que el conductor de la moto emprende la marcha llevándose consigo al malo y su botín. Resulta que el teléfono se le cayó del bolsillo trasero. Una cartera de otro bolsillo o una mochila con un ordenador portátil y documentos sería bastante triste de perder.
Ya desde casa intenté llamar a mi número, para rastrear el teléfono en google maps, pero sin resultado. Durante unos 20 minutos el teléfono todavía podía ser rastreado a través de google maps, pero ese fue el final de mi entretenimiento. Nos pusimos en contacto con la policía, en español muy embarazoso dijo lo que pasó, bueno, al menos entre los vecinos hay de habla Inglés - ayudó a explicar la situación. Naturalmente, no hay casi ninguna posibilidad de recuperar el teléfono. Bueno... Esta es una experiencia importante y necesaria, que me costó relativamente barato para mi cartera y casi gratis para mi salud. En cuanto a las armas personales aquí - que están permitidos, puede defenderse, pero hasta ahora no es mi elección, aunque parece que casi un tercio de los lugareños poseen al menos algo de armas de fuego.
No vagar por la noche.
Fotos esta noche, por separado